El pimentón tiene numerosas aplicaciones culinarias, siendo un complemento imprescindible en la cocina castellana o extremeña. También es magnífico como conservante, utilizado para conservar ciertos tipos de embutidos y quesos. Combina muy bien con platos de col, patatas y arroces de diferentes tipos, utilizándose también para la elaboración de potajes de legumbres, guisos y estofados, aunque debemos intentar siempre agregarlo al final de la cocción, ya que las especias, si se cuecen demasiado, suelen concentrarse, perdiendo así su sabor genuino.
El pimentón dulce o ligeramente picante es ideal también para las ensaladas de huevo duro y sobre huevos fritos o revueltos. También es excelente para espolvorear tostadas de pan y queso fundido.
Existe una salsa que va muy bien para condimentar legumbres cocidas, sobre todo las judías, y que se prepara introduciendo en un bote hermético dos cucharaditas de pimentón, tres cucharadas soperas de aceite de oliva prensado en frío, una cucharada sopera de vinagre de manzana, orégano y sal. Se tapa y se remueve con energía, pudiéndose añadir también unos ajos picados. Esta misma salsa se puede usar para aliñar las ensaladas de patatas y de col cruda cortada muy fina.
Con el pimentón se condimentan también la mayonesa, las salsas de yogur, el requesón y los quesos frescos.
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